Una escapada para disfrutar de la naturaleza en familia, a menos de una horita de Madrid.

En Peralejo, al ladito de El Escorial —a solo 48 km de Madrid—, está el Centro de Naturaleza Cañada Real, un centro de acogida y recuperación de fauna ibérica perfecto para hacer una escapada a la naturaleza con niños.

Lo descubrimos por casualidad, buscando planes con niños para Semana Santa, y nos ha encantado. Las instalaciones están naturalmente integradas en pleno monte, y el recorrido, de unos 2,5 km, discurre por una senda totalmente practicable y apta para todos los públicos, abuelos y carritos de bebé incluidos; además, hay algunos bancos repartidos a lo largo del camino para poder descansar, comer algo o sentarse a disfrutar del entorno.

La visita se hace por libre, sin otro límite de tiempo que el horario de apertura del centro. Ideal cuando se va con niños porque el ritmo es el que marcan ellos.

En ese paseo descubrimos flora y fauna silvestre de la Sierra de Guadarrama, entre ellos cabras montesas, linces europeos, conejos, una gineta de veinte años —que equivalen a entre 85 y 105 años de una persona—, gamos, corzos, galápagos y una tortuga mora, ovejas, zorros, gallinas, jabalíes y cerdos domésticos, ciervos, lobos ibéricos —una manada de cinco ejemplares a los que impresiona ver tan de cerca—, rapaces, buitres leonados, burros…

Nos agradó mucho la limpieza de las instalaciones y el buen estado de los animales. Además, había poca gente, por lo que la visita resulta muy familiar.

Al final del paseo está la zona de merendero, con las típicas mesas y bancos de madera  techados —a nosotros nos faltó un poquito de sol, pero seguro que en pleno verano la sombra se agradece—, y muy cerca hay máquinas de refrescos y café, y hasta microondas para calentar el puré de los más peques. Al lado, los baños, amplios y limpios, algo que siempre se agradece, y más yendo con niños —hasta con jabón y papel.

Nosotros llevamos nuestra comida, pero en la tienda venden bolsas de pícnic por 5 € bastante completas, con bocadillo, snack, pieza de fruta y algunas cositas más.

La entrada y salida al recinto se hace a través de la tienda, así que es imposible evitar el momento “mamá, quiero…”, “mamá, ¿me compras…?”. Lo bueno es que tienen una selección muy aceptable de librería infantil y juegos educativos, además de peluches —con nosotros se vino un lobito—, productos gourmet, guías y otros.

Una propuesta 100 % recomendable para una excursión con niños en Madrid. Y aviso a navegantes: nosotros fuimos con un cupón de Groupon y nos salió por menos de la mitad, así que intentad comprar alguna oferta.

Texto y fotos: Y. Delgado

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